¿Qué es la Hiperplasia Prostática Benigna y cómo tratarla?
- Dr
- 6 ene
- 2 Min. de lectura
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una afección común en hombres mayores de 40 años, caracterizada por el agrandamiento de la próstata. Aunque no se trata de un cáncer, puede generar incomodidad y afectar la calidad de vida debido a los síntomas urinarios que provoca.
¿Qué es la próstata y cuál es su función?
La próstata es una glándula pequeña del tamaño de una nuez situada debajo de la vejiga y delante del recto. Su función principal es producir el líquido prostático, que forma parte del semen y ayuda a proteger y nutrir a los espermatozoides.
Con el paso del tiempo, es normal que la próstata crezca. Sin embargo, en algunos hombres, este crecimiento puede comprimir la uretra y dificultar la micción, lo que lleva a los síntomas de la HPB.
¿Cuáles son los síntomas de la hiperplasia prostática benigna?
Los síntomas de la HPB pueden variar, pero suelen incluir:
Dificultad para iniciar la micción.
Flujo de orina débil o intermitente.
Sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
Aumento de la frecuencia urinaria, especialmente durante la noche (nicturia).
Urgencia urinaria, o necesidad repentina de orinar.
Goteo al finalizar la micción.

Si no se trata, la HPB puede derivar en complicaciones como infecciones urinarias, cálculos en la vejiga o daño renal.
Diagnóstico de la HPB
El diagnóstico de la HPB comienza con una evaluación clínica que incluye:
Historia clínica: El médico preguntará sobre los síntomas, su duración e intensidad.
Examen físico: Incluye el tacto rectal para evaluar el tamaño y la consistencia de la próstata.
Pruebas complementarias:
Análisis de orina para descartar infecciones.
Prueba de antígeno prostático específico (PSA) para evaluar posibles riesgos de cáncer.
Estudios de imagen como ultrasonido prostático.
Opciones de tratamiento para la HPB
El tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas y del impacto en la calidad de vida del paciente. Las opciones incluyen:
1. Vigilancia activa
En casos leves, donde los síntomas no afectan significativamente, el médico puede recomendar cambios en el estilo de vida y un seguimiento periódico.
2. Tratamiento farmacológico
Alfa-bloqueadores: Relajan los músculos de la próstata y la vejiga, facilitando el flujo de orina.
Inhibidores de la 5-alfa reductasa: Reducen el tamaño de la próstata al bloquear la producción de hormonas que contribuyen a su crecimiento.
3. Tratamientos mínimamente invasivos
Cuando los medicamentos no son efectivos, se pueden considerar técnicas como:
Terapia con microondas: Utiliza calor para reducir el tejido prostático.
Ablación con láser: Vaporiza el exceso de tejido prostático para aliviar la obstrucción.
4. Cirugía
En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica, como:
Resección transuretral de la próstata (RTUP): Un procedimiento común para eliminar el tejido prostático sobrante.
Prostatectomía abierta: Para casos de próstatas muy agrandadas.
Prevención y cuidado
Aunque no siempre se puede prevenir la HPB, ciertos hábitos pueden ayudar a mantener la salud prostática:
Mantener un peso saludable.
Realizar ejercicio regularmente.
Evitar el consumo excesivo de alcohol y cafeína.
Reducir el consumo de líquidos antes de dormir.
Conclusión
La hiperplasia prostática benigna es una afección tratable que, con atención oportuna, no tiene por qué afectar tu calidad de vida. Si experimentas síntomas urinarios, no dudes en consultar al Dr. Santiago Fulda Graue, especialista en Urología, para recibir un diagnóstico preciso y el mejor tratamiento para tu caso.
¡Agenda tu cita hoy!





Comentarios